Las trabajadoras del hogar anhelan ser escuchadas y tener más voz en las decisiones que afectan su día a día. Así lo revela un reporte reciente que indica que la mayoría sienten que no tienen suficiente voz o influencia sobre sus trabajos.
El reporte, realizado por La Alianza, en colaboración con expertos del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), es el resultado de una serie de encuestas a 1.600 trabajadoras del hogar de habla hispana sobre varios aspectos de su trabajo.
Las condiciones laborales y los salarios fueron los aspectos en los que las trabajadoras creen que deberían tener más influencia y voz de la que tienen en realidad
También hubo un vínculo claro entre la cantidad de voz que las trabajadoras sentían que tenían y su bienestar general: cuanto menos voz tenían, peor era la sensación de bienestar.
El salario, uno de los mayores obstáculos
El reporte sobre voz en el trabajo indica que, quienes ganan $15 por hora o menos, sienten que tienen menos voz en el trabajo, en comparación con quienes reciben mejores salarios.
Agencia vs. empleo independiente
Tanto limpiadoras de casas, como niñeras y cuidadoras en el hogar empleadas por agencias, expresaron tener menos voz en el trabajo, en comparación con las trabajadoras contratadas por clientes individuales.
Varias dijeron que al trabajar para una agencia, deben aceptar las condiciones impuestas, lo que limita su capacidad para establecer sus propias expectativas y condiciones laborales. También mencionaron que, cuando hay algún desacuerdo, las agencias frecuentemente le dan la razón a los clientes.
En contraste, quienes trabajan de manera independiente aseguran que pueden negociar sus términos desde el principio y tienen más control sobre lo que aceptan.
Una trabajadora independiente mencionó que los modelos de contrato del Departamento de Trabajo le han ayudado en su proceso de negociación, ya que le proporcionan un referente para establecer límites claros con los empleadores.
No hablar inglés: uno de los desafíos para las limpiadoras de casas
Para las limpiadoras de casas, la capacidad para hablar inglés fue uno de los factores asociados con tener más influencia en las decisiones sobre su trabajo. Quienes tenían habilidades básicas o nulas en inglés sentían que tenían menos voz que aquellas que hablaban inglés avanzado.
Según datos del Instituto de Políticas Económicas, cerca del 63% de las limpiadoras de casas son de origen hispano.
Tener un dominio limitado del inglés ha sido un obstáculo que las limpiadoras de casas han mencionado constantemente a la hora de tener negociaciones exitosas sobre sus condiciones de empleo.
“Puedo tener una pequeña conversación de lo que es el negocio, de lo que es la limpieza, de lo que voy a ir a mirar, pero ya para poder tener una conversación grande con una persona, pues no”, contó Carolina Serrano hace un tiempo a La Alianza.
El temor de no saber el idioma, también ha hecho que muchas de estas mujeres permanezcan en trabajos donde se vulneran muchos de sus derechos.
La experiencia laboral: un impedimento para niñeras y cuidadoras en el hogar
De acuerdo con el reporte, quienes tienen menos experiencia laboral (5 años o menos) sentían que tenían más voz que las trabajadoras más experimentadas.
Entre las razones, algunas niñeras expresaron que esto podría pasar porque a medida que la relación con la familia empleadora se fortalece, las expectativas también cambian y lo que inicialmente era un acuerdo claro puede volverse más difuso, llevando a que la trabajadora asuma más responsabilidades sin una compensación adecuada.
Dicen también que la cercanía emocional y la percepción de ser parte de la familia pueden llevar a que las trabajadoras prioricen las necesidades de la familia sobre las propias.
Para algunas cuidadoras en el hogar, sin embargo, los años de experiencia laboral les han permitido reconocer su valor y con el tiempo, han aprendido a establecer expectativas más claras y a solicitar compensaciones adicionales.
Aseguran que a medida que pasan más tiempo en un puesto, pueden desarrollar una relación más confiable con sus empleadores, lo que les permite expresar sus necesidades y preocupaciones de manera más efectiva.