Una encuesta reciente de La Alianza reveló que la mayoría de las trabajadoras del hogar sienten que no tienen la voz que creen que deberían tener para influir en las decisiones cruciales sobre su trabajo, como el salario y las condiciones laborales.
A diferencia de otras industrias, donde las condiciones laborales suelen definirse mediante un contrato por escrito entre empleador y empleado, el trabajo del hogar aún se encuentra en gran medida en una situación de informalidad.
Esto significa que muchas trabajadoras del hogar no tienen acceso a un acuerdo escrito que estipule sus condiciones laborales, lo que implica falta de claridad en cuáles son las tareas, el horario, el salario, entre otros aspectos.
“[Sin embargo], todas tenemos la posibilidad de negociar un contrato con nuestro empleador para exigir lo que queremos y lo que pensamos que es justo en nuestros trabajos”, afirmó Leidys Muñoz, Gerente de Cumplimiento de La Alianza Nacional de Trabajadoras del Hogar, ANTH en Nueva York, durante una capacitación a trabajadoras del hogar sobre negociaciones.
Aviso: La Alianza Nacional de Trabajadoras del Hogar es la organización socia de La Alianza
Reconociendo la importancia de esta habilidad, en La Alianza hemos desarrollado una serie de artículos en los que, a través de la visión de trabajadoras del hogar y otros expertos, se explica cómo iniciar y llevar a cabo un proceso de negociación de un contrato laboral para mejorar las condiciones laborales y cómo monitorear el cumplimiento de los acuerdos.
Qué es la negociación
La negociación es el proceso de llegar a un acuerdo entre una trabajadora y un empleador sobre las expectativas, responsabilidades y obligaciones en la relación de empleo.
“Cada vez que tienes una conversación sobre cómo se hará el trabajo estás negociando, cada vez que pides algo que necesitas estás negociando”, afirma Rosa Peña, miembro de la ANTH. “Es posible que piense que usted no tiene experiencia en negociación, pero sí ha hecho algunas de estas cosas, entonces usted sí tiene experiencia”.
Tenga en cuenta que la negociación laboral no se limita solo al salario, sino también a las condiciones de trabajo, la seguridad y los derechos laborales.
Conozca sus derechos
Lo primero que se recomienda es consultar con una organización local de trabajadoras del hogar para aprender sobre los derechos que las trabajadoras del hogar tienen en su ciudad y estado.
En Massachusetts, Nevada, Connecticut y Nueva Jersey, así como en Filadelfia, Washington D. C. y Chicago, las trabajadoras del hogar y los empleadores están requeridos a tener un acuerdo escrito.
En otros lugares, los contratos no son requeridos por ley, pero aun así es posible exigir un contrato al empleador, aseguran expertas de la ANTH.
“Sabemos que nuestro trabajo ha sido infravalorado desde siempre, esto puede hacernos sentir que nuestro trabajo no es valioso, debido a esto muchas de nosotros nos sentimos incómodos pidiendo más de lo que merecemos o más de lo que ofrecen nuestros empleadores”, dice Peña. “Pero recordemos siempre que nuestro trabajo es un trabajo digno, un trabajo respetado y un trabajo que abre las puertas a otros trabajos”.
Consejos para iniciar una negociación
Generar confianza, intercambiar ideas, hacer contrapropuestas, son habilidades de negociación fundamentales, pero que a menudo se pasan por alto. Los siguientes consejos de la ANTH pueden ayudarle a llegar a un acuerdo exitoso.
- Sepa lo que quiere: Todos tenemos necesidades diferentes. Sepa lo que usted quiere y negocie por lo que usted quiere y merece. Tenga en cuenta que es posible que no pueda obtener todo lo que desea, por lo tanto, es importante identificar sus principales prioridades y escribirlas antes de ir a la negociación.
- Sepa lo que no funcionará para usted: Cuando se negocia, generalmente necesita pedir más de lo que quiere, sabiendo que es probable que el empleador contraponga su propuesta.
Puede ser útil pensar con anticipación tanto en lo que usted quiere como con lo que usted se conformaría. Por ejemplo, lo que realmente quiere es que le paguen $30 la hora, lo que puede pedir son $32, lo mínimo que aceptaría son $28.
Tenga en cuenta que esto solo es un ejemplo. La tarifa que debe pedir dependerá de varios factores, incluyendo su nivel de experiencia, la capacitación que tiene, sus responsabilidades laborales, así como sus necesidades financieras.
- Conozca las necesidades de su empleador: La negociación se trata de concesiones mutuas. Al pensar en lo que quiere proponer, piense también en lo que su empleador podría querer y necesitar. Entender las necesidades de su empleador le dará el poder de negociar por lo que quiere.
- Prepárese para la conversación: Escoja un momento oportuno para pedir lo que usted necesita. La ANTH Recomienda que envíe un mensaje y proponga una hora para reunirse en persona con el empleador para discutir el contrato.
La mejor hora de negociar es durante la entrevista de trabajo. Puede decir que está dispuesta a considerar el empleo y que quiere tener las expectativas por escrito. Otro buen momento para solicitar un contrato es cuando algo haya cambiado en su empleo actual.
Nunca es muy tarde para solicitar un contrato, dice la ANTH. Si no tiene un contrato en su empleo actual, le puede decir a su empleador lo siguiente: “Me gusta trabajar con su familia y pienso que sería bueno poner nuestro acuerdo por escrito. ¿Podemos encontrar algún tiempo para discutirlo más a fondo?”
Si su empleador habla inglés y usted no se siente con la confianza suficiente para negociar ese idioma, puede seguir algunas de las recomendaciones de este artículo: Cinco estrategias para la primera conversación con un cliente que solo habla inglés
- No firme nada de inmediato, tome su tiempo para hacerlo bien: La negociación debe tomar tiempo, tome el tiempo para pensar y consulte las condiciones laborales con su familia o su comunidad antes de firmar cualquier documento.
Asegúrese de que el acuerdo final incluya cinco de sus diez prioridades principales, si no es así incluya lo que quiere y haga una contrapropuesta.