El caso de Kelly Andrade, una niñera au pair de origen colombiano, ha puesto en el centro de la discusión la protección de la privacidad de las trabajadoras del hogar.
Andrade descubrió que su empleador, Michael Esposito, había instalado una cámara oculta en su dormitorio, lo que resultó en la grabación de múltiples vídeos sin su consentimiento. Luego de dos años de proceso judicial, un jurado en Nueva Jersey le otorgó el mes pasado una compensación de $2.78 millones. Su caso destaca la necesidad de que las trabajadoras del hogar conozcan sus derechos y los recursos disponibles para proteger su privacidad y seguridad.
Los riesgos de privacidad en el trabajo del hogar
En marzo de 2021, Andrade llegó a Nueva York para trabajar como niñera para los cuatro hijos del empresario Michael Esposito. Después de notar comportamientos extraños en su habitación, donde Esposito ajustaba continuamente el detector de humo, descubrió una cámara oculta. La cámara contenía “cientos de grabaciones”, captando momentos privados.
Este tipo de situaciones no es único. Las trabajadoras del hogar a menudo enfrentan riesgos relacionados con su privacidad, especialmente cuando viven en el hogar de sus empleadores.
En el caso de Andrade, tras descubrir la cámara, enfrentó a Esposito, quien intentó entrar en su habitación, lo que la llevó a huir por la ventana y pasar la noche escondida en la calle antes de denunciar el incidente a la policía.
Adicionalmente, otro caso reciente en Alabama ha vuelto a encender las alarmas sobre esta práctica. Alyssa Glavan (en inglés), una niñera viviendo en la casa de su jefe Jonathan Bethancourt, notó una cámara en el detector de humo en el baño. Bethancourt, dueño de una empresa de aire acondicionado, enfrenta 19 cargos de “voyerismo en video”. –El voyeurismo es un delito federal que prohíbe captar imágenes de una persona desnuda o parcialmente desnuda sin su consentimiento, en situaciones donde exista una expectativa razonable de privacidad, según lo establece 18 U.S.C. § 1801.
Protección legal: ¿Cuáles son los derechos de las trabajadoras?
En Estados Unidos, la vigilancia en espacios privados sin el consentimiento de la persona afectada, como un dormitorio, está prohibida por ley en la mayoría de los estados.
Por ejemplo, en Nueva York, la Ley Penal § 250.45 prohíbe la “vigilancia ilegal” mediante cámaras o grabadoras en áreas donde una persona espera privacidad. Esto significa que es ilegal instalar cámaras ocultas o cualquier dispositivo de grabación sin que la persona involucrada esté informada.
Otros estados, como California y Florida, también tienen leyes similares. En California, el Código Penal § 647(j) prohíbe la grabación en espacios privados, y en Florida, el Estatuto § 810.145 protege la privacidad de las personas en áreas como dormitorios, baños y vestuarios.
Estas leyes protegen el derecho a la privacidad, y la violación de las mismas puede llevar a cargos criminales o demandas civiles.
En el caso de Kelly Andrade, su empleador fue acusado de vigilancia ilegal, pero más tarde los cargos se redujeron tras un acuerdo judicial que le permitió evitar la prisión.
¿Qué hacer si se sospecha de vigilancia ilegal?
Si una trabajadora sospecha que está siendo grabada sin su consentimiento, es esencial tomar medidas inmediatas:
- Inspeccionar el entorno: Revisar cualquier dispositivo que parezca sospechoso, como detectores de humo, relojes o cámaras de seguridad.
- Documentar el hallazgo: Si se descubre un dispositivo de grabación, es fundamental tomar fotos y guardar la evidencia para presentarla ante las autoridades.
- Reportar a las autoridades: Contactar a la policía para que investigue el caso. Las leyes sobre vigilancia ilegal pueden variar según el estado.
- Buscar asesoría legal: Documentarse y encontrar apoyo legal es importante para llevar a cabo las demandas e investigación pertinente.
Recursos Disponibles para las Trabajadoras del Hogar
En muchas ciudades, las trabajadoras pueden acudir a organizaciones sin fines de lucro que brindan servicios legales gratuitos. Un ejemplo de esto es la Legal Aid Society, esta organización brinda asistencia legal gratuita a personas de bajos ingresos, operan principalmente en Nueva York. Las personas interesadas se pueden comunicar al 212-577-3300, allí les podrán brindar información pertinente referente a su caso.
Sin embargo, lo más recomendable es que tomen precauciones adicionales, como informar a familiares o amigos sobre el lugar donde trabajan y cualquier cambio de domicilio o entorno de trabajo. Aunque no existen estadísticas precisas sobre el número de trabajadoras del hogar que han sido víctimas de vigilancia ilegal, los casos de Andrade y Glavan sirven como ejemplos para tomar precaución.
La vigilancia no autorizada en el hogar es una realidad que requiere atención y educación para que las trabajadoras sepan cómo protegerse y actuar de manera oportuna. La divulgación y denuncia de estos incidentes no solo contribuyen a proteger a las trabajadoras individuales, sino que también ayudan a crear conciencia sobre los riesgos que enfrentan y a prevenir futuros abusos.
Este artículo tiene fines informativos y no constituye asesoría legal. Recomendamos consultar a un experto legal para recibir orientación sobre su situación. Las organizaciones mencionadas en el artículo ofrecen recursos gratuitos que pueden ser de ayuda para iniciar su proceso.