Nueva York, NY — La semana pasada, más de 200 enfermeras pilipinas salieron victoriosas en su juicio denunciando a Sentosa, el grupo más extenso de residencias de ancianos del estado de Nueva York. El caso, presentado en 2017 por la enfermera Rose Ann Paguirigan, evidenció que los dueños de las residencias no estaban pagando a las enfermeras los sueldos estipulados en sus contratos, además de obligarlas a trabajar en condiciones peligrosas y bajo falta considerable de personal, algo por lo que Sentosa ya ha sido denunciado anteriormente.
La juez federal del caso, Nina Gershon, ha determinado que las residencias del grupo Sentosa quiebran la Ley de Protección de Víctimas de Trata de los Estados Unidos, ya que también se mostró que se les amenazó a las enfermeras con daños físicos graves y castigos económicos de hasta $25,000 si renunciaban del trabajo.
En su declaración, recogida por The Philippine Star, la juez escribió:
“Las enfermeras en esta demanda eran todas recién llegadas de Pilipinas. No se les pagó el salario vigente y un salario base, a pesar de los términos de sus contratos … Críticamente, si [la demandante] o cualquier otra enfermera quisiera dejar de trabajar para los acusados durante el primer año del contrato, él o ella tendría que pagar al empleador $25,000 de conformidad con la disposición de daños y perjuicios. Esta disposición constituye una amenaza de daño financiero lo suficientemente grave como para obligar a una persona razonable con los mismos antecedentes y en las mismas circunstancias a realizar o continuar realizando labores o servicios para evitar incurrir en ese daño.”
El abogado de la enfermera que trajo el caso a la luz, John J.P. Howley, en una entrevista con ABS-CBN noticias dijo que “Rose fue muy valiente, se puso de pie y dijo, ‘No me importa, que me denuncien. Ya no puedo trabajar en esta situación. Me voy a ir.’” Así ocurrió, y ganó. No sólo Rose, sino 200 enfermeras pilipinas más en situaciones parecidas. Y “hoy, nuestras clientas han ganado justicia,” dijo a The Philippine Star.
