La llegada de la primavera, una época de renovación y crecimiento, es la oportunidad perfecta para explorar los beneficios que la jardinería ofrece a la salud mental. Esta antigua práctica no solo embellece los espacios, sino que también nutre la mente.
Desde tiempos inmemoriales, las comunidades latinas han encontrado en la tierra un refugio para el alma y el cuerpo. La jardinería no solo es una actividad recreativa, sino una práctica terapéutica que beneficia la salud mental de múltiples maneras.
Las investigaciones indican que los latinos están cada vez más interesados y encuentran un propósito en la jardinería. Una encuesta de La Asociación Nacional de Jardinería encontró que en el 2021, poco más de la mitad de los latinos o hispanos participaron de alguna actividad relacionada con la jardinería.
Y no es de sorprenderse, el contacto con la naturaleza y el trabajo en el jardín pueden reducir los niveles de estrés, ansiedad y depresión, además de mejorar la autoestima y el estado de ánimo, según numerosos estudios científicos.
Estos son algunos de los beneficios de la jardinería:
Reducción del estrés y la ansiedad: La actividad física y la exposición a la naturaleza pueden reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Un estudio demostró que tan solo 30 minutos de jardinería a la semana tienen efectos beneficiosos en la salud mental, incluidas mejoras significativas en la autoestima y el estado de ánimo, así como en la reducción de la tensión, la depresión, la ira y la confusión.
Estimulación del cerebro: La jardinería involucra múltiples habilidades cognitivas, como la planificación, la resolución de problemas y la atención al detalle, lo que puede ayudar a mantener el cerebro activo y estimulado, reduciendo el riesgo de deterioro cognitivo relacionado con la edad, de acuerdo con un estudio publicado por el British Journal of Sports Medicine.
La jardinería es estimulante y relajante: Trabajar en un jardín puede ser tranquilizador, ya sea que se haga en solitario o en compañía de otros, disfrutando de conversaciones relajadas. Tareas aparentemente tediosas, como quitar la maleza, pueden convertirse en una forma de meditación para aquellos que tienen el hábito de la jardinería.
Cavar en la tierra levanta el ánimo: Se ha descubierto que los microbios del suelo tienen efectos similares en el cerebro que algunos antidepresivos, ya que pueden estimular la producción de serotonina, conocida como la hormona de la felicidad, lo que puede generar sentimientos de relajación y felicidad. La bacteria ingresa al cuerpo cuando se inhala o a través del contacto físico y se pueden sentir los efectos por hasta tres semanas, de acuerdo con varias investigaciones.
Una tradición en la cultura hispana
Para la comunidad hispana, esta práctica no solo es terapéutica, sino también una forma de honrar a los ancestros y preservar la tradición.
Desde el cultivo de plantas medicinales en los jardines de las abuelas hasta la siembra de frutas y verduras en los huertos familiares, esta actividad ha sido transmitida de generación en generación, siendo mucho más que una simple tarea agrícola.
Además de los beneficios individuales, la jardinería también puede fortalecer los lazos comunitarios. El cultivo de huertos comunitarios o la participación en proyectos de embellecimiento de espacios públicos no solo mejoran el entorno físico, sino que también fomentan la colaboración y el sentido de pertenencia.