Se ha comprobado que la simple práctica de la gratitud tiene efectos impresionantes, que van desde mejorar la salud mental hasta fortalecer las relaciones interpersonales.
“La gratitud es una buena medicina”, dice Robert Emmons, profesor de psicología e investigador de la práctica de la gratitud en la Universidad de California en Davis.
La gratitud no solo es un gesto de buenos modales, sino que está vinculada a beneficios como fortalecer el sistema inmunológico, disminuir la presión arterial, dejar de fumar y reducir el estrés.
Se ha comprobado también que las personas que practican la gratitud reportan un sueño de mayor calidad y que esta práctica puede además contrarrestar la depresión y aumentar la autoestima.
Cómo practicar gratitud a diario
El profesor Emmons destaca que existen dos componentes claves para practicar la gratitud: afirmar las cosas buenas recibidas y reconocer el papel que juegan otras personas en enriquecer la vida.
Estas son algunas cosas sencillas que puede hacer para empezar una práctica diaria de gratitud, de acuerdo con varias organizaciones de salud física y mental.
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- Autoapreciación: A diario practique decirse cinco cosas buenas de sí misma.
- Lleve un diario de agradecimiento: Dedique un momento diario para anotar cosas por las que se siente agradecida. Investigaciones sugieren que las personas que llevan un diario de gratitud experimentan niveles más altos de bienestar emocional.
- Recuerde los momentos difíciles: Reflexione sobre las dificultades superadas, enfocándose en cómo ha crecido a partir de esas experiencias. Agradecer por las experiencias difíciles pasadas puede aumentar la resiliencia psicológica, según investigaciones de la Universidad de Miami.
- Use recordatorios visuales: Las imágenes, especialmente de personas queridas, pueden ser poderosos recordatorios diarios de la gratitud.
- Haga que alguien se sienta especial: Dedique tiempo a una persona especial es su vida, visítela y dígale lo mucho que significa para usted. Expresar gratitud fortalece los vínculos sociales y mejora la calidad de las relaciones interpersonales.
- Cuide su lenguaje: Las personas agradecidas tienden a usar un lenguaje que destaca los regalos y la abundancia en sus vidas.
- Atención a las pequeñas cosas: Pequeños gestos, como sonreír y expresar gracias, le pueden ayudar a activar la emoción de la gratitud, de acuerdo con la organización Mindful.
El profesor Emmons asegura que “una de las ideas erróneas más grandes sobre la gratitud es que la vemos simplemente como sentirnos bien después de que nos pasa algo bueno. Eso es falso”.
“Defino la gratitud como la afirmación de los dones de la propia vida y del reconocimiento de que las fuentes de esos dones vienen de fuera de nosotros”, asegura el académico.