La temporada navideña, llena de celebraciones y reuniones familiares, puede convertirse en un periodo especialmente difícil para las personas migrantes. El invierno trae consigo días más fríos y oscuros, intensificando la melancolía, en particular para quienes han dejado su hogar atrás. Este fenómeno, conocido como duelo migratorio, se hace más evidente durante estas fechas, donde las tradiciones, la familia y los recuerdos cobran un protagonismo especial.

Según datos del Pew Research Center, en 2024, más de 47 millones de inmigrantes residen en Estados Unidos, representando aproximadamente el 14% de la población total. Para muchos de ellos, las festividades navideñas acentúan los sentimientos de nostalgia y soledad. La distancia de sus raíces culturales y la adaptación a un entorno desconocido pueden profundizar estas emociones, haciendo de esta temporada un periodo particularmente complejo para las personas migrantes.

La melancolía del invierno y las festividades

El invierno, con su reducción de luz solar, influye tanto en el cuerpo como en las emociones. La menor exposición al sol disminuye los niveles de vitamina D, esencial para la salud física y emocional. Según el National Institutes of Health,  casi una de cada cuatro personas tiene niveles de vitamina D en la sangre demasiado bajos o insuficientes para la salud general en Estados Unidos y puede contribuir a estados de ánimo bajos, lo que amplifica la nostalgia propia del duelo migratorio.

Las festividades navideñas, asociadas a la unión familiar y las tradiciones, actúan como un recordatorio constante de lo que quedó atrás: las cenas con seres queridos, las decoraciones del hogar de la infancia, o incluso los sonidos y olores de la temporada. Para muchas personas, estas fechas traen consigo un profundo sentimiento de melancolía.

¿Por qué el duelo migratorio se intensifica en estas fechas?

El duelo migratorio es una experiencia de pérdida múltiple: desde seres queridos hasta costumbres y paisajes. Durante las festividades, estas pérdidas se sienten más profundamente por los siguientes motivos:

  • La ausencia de conexiones culturales ya que las tradiciones navideñas del país de origen contrastan con las del país de acogida, lo que puede generar un sentimiento de desconexión.
  • La ausencia de redes de apoyo, teniendo en cuenta que muchas personas migrantes enfrentan la temporada sin una red cercana de familiares o amigos.
  • Recuerdos recurrentes, las fotografías, mensajes y llamadas familiares pueden reactivar emociones de tristeza y nostalgia.
  • El clima invernal, la oscuridad y el frío del invierno pueden amplificar sentimientos de aislamiento.

Cómo afrontar la melancolía navideña

Aunque estas emociones son normales, existen formas de mitigarlas y encontrar momentos de alegría durante esta temporada:

  • Crear nuevas tradiciones: Combinar costumbres del país de origen con nuevas prácticas en el lugar de acogida puede dar un sentido de continuidad y pertenencia.
  • Conectar con la comunidad: Participar en actividades locales o eventos navideños es una excelente forma de conocer personas y sentirse acompañado. Pueden revisar las actividades en librerías, colegios o iglesias cercanas. 
  • Mantener contacto con el hogar: Las videollamadas o mensajes con seres queridos pueden ayudar a reducir la distancia emocional.
  • Fomentar el cuidado y niveles de la vitamina D en el invierno: el invierno, con su reducción de luz solar, disminuye los niveles de vitamina D, una vitamina esencial para la salud física y emocional. La vitamina D no solo fortalece los huesos, sino que también regula el estado de ánimo y apoya el sistema inmunológico. Incorporar alimentos como pescado, yema de huevo, setas y productos fortificados, es clave. Además, siempre que sea posible, aprovechar momentos de exposición solar. En casos de deficiencia, los suplementos bajo supervisión médica son una opción eficaz para mantener un equilibrio saludable durante esta temporada.
  • Buscar apoyo profesional: Hablar con un terapeuta o participar en grupos de apoyo puede brindar herramientas valiosas para procesar el duelo migratorio. Para conocer opciones de asistencia, puede consultar nuestro artículo Ayuda federal para familias: Programas y apoyo en momentos de estrés

Resiliencia en tiempos de cambio

El duelo migratorio en invierno y durante las festividades no es un signo de debilidad, sino una respuesta humana a las pérdidas que la migración implica. Reconocer estas emociones y trabajar para afrontarlas puede transformar esta etapa en una oportunidad para el crecimiento personal y la adaptación.

La temporada navideña puede ser un recordatorio de lo que se ha dejado atrás, pero también puede convertirse en un momento para celebrar las nuevas conexiones y oportunidades que se han encontrado. Después de todo, como las luces navideñas en las noches de invierno, siempre es posible encontrar pequeños destellos de calidez y esperanza incluso en los días más fríos.

Author

Lucía Matamoros es comunicadora social y periodista con más de 10 años de experiencia en medios de comunicación, especializada en la cobertura de economía, política, educación y cultura. Ha trabajado en televisión, radio y plataformas digitales, colaborando con reconocidos medios como RCN TV, NTN24, Colmundo Radio y La Mega en Venezuela y Colombia. Reside en Arlington, Virginia, junto a su esposo y su perro Mojito, tras haber vivido en Colombia, Venezuela y Canadá. Estas experiencias le han permitido desarrollar una perspectiva global y una profunda conexión con diversas culturas, destacando siempre la autenticidad de la cultura latina.