Nueva York, NY — Un informe reciente de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de Nueva York demuestra que las protecciones laborales no cubren a mujeres embarazadas que trabajan en hogares privados. La Comisión se reunió en enero del 2019 para abordar por primera vez el tema de discriminación por embarazo, y este informe resume lo que se compartió en esa sesión.

“Muchas trabajadoras del hogar sienten que tienen que esconder sus embarazos,” dijo Marrisa Senteno de la Alianza Nacional de Trabajadoras del Hogar en su testimonio ante la Comisión. Algunas trabajadoras reportan que han tenido que esconder sus embarazos por miedo a que las despidan. Otras dicen que sus empleadores se han negado a darles tiempo libre para ir al doctor, incluso el informe resalta que algunas trabajadoras han dicho que sus empleadores han preferido pagar los costes de un aborto a tener que acomodar su embarazo.

Para erradicar la discriminación por embarazo hacia las trabajadoras del hogar, la Comisión está considerando expandir la Ley de Derechos Humanos de la ciudad para incluir a todas las trabajadoras, porque actualmente la ley solo cubre a los empleadores con 4 o más empleadas. 

La Comisión también quiere mejorar la Carta de Derechos de las Trabajadoras del Hogar que se aprobó en la ciudad de Nueva York en 2010. 

En concreto, la Comisión quiere ampliar la ley para hacer especial mención a las trabajadoras embarazadas o con hijos pequeños.

“Si estás embarazada, acabas de ser madre, o cuidas a tus padres, cada persona merece poder cuidar sin miedo a las represalias en el trabajo”, dice Carmelyn P. Malalis, Presidenta y Comisionada de la Comisión. “Nadie debería tener que elegir entre su trabajo y su familia. Continuaremos luchando por los derechos de todas las trabajadoras embarazadas, en lactancia, o cuidando de un ser querido hasta que estén todas protegidas.”

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Helena Rodemann Rios es una reportera y correctora de La Alianza. Ella tiene más de 10 años de experiencia como colaboradora, redactora y correctora. También ha enseñado talleres de escritura y le apasiona cubrir la igualdad de género, la justicia social y la violencia de género. Tiene una licenciatura (B.A. English) de Marymount Manhattan College y una maestría en violencia contra las mujeres de la Universidad de Deusto, donde fue pionera del primer estudio nacional realizado sobre el acoso callejero en España.