En el Mes de Reconocimiento del Cuidado, que se celebra durante todo abril desde el año pasado, La Alianza conversó con una trabajadora que lleva casi dos décadas dedicada al cuidado de personas mayores, para conocer de cerca su experiencia en este empleo y los mayores retos a los que se enfrentan las cuidadoras como ella.
Francisca Moreno empezó a trabajar como cuidadora de personas mayores hace 18 años, luego de desempeñarse en labores de limpieza de oficinas y como niñera. A pesar de los desafíos inherentes a su labor, como bajos salarios y riesgos para la salud, Francisca afirma disfrutar profundamente de su trabajo.
“Me gusta, porque tengo paciencia, me gusta entretenerlas y hacerlas sentir como si fuesen mis amigas, no como una cuidadora. Ese es el secreto”, expresa con orgullo.
Gracias a su habilidad para establecer vínculos cercanos con sus clientes, Francisca ha logrado mantener empleos duraderos, llegando incluso a dejar su trabajo solo cuando su cliente fallece.
Francisca emigró de Perú a Paraguay en 1988 y posteriormente, en 2002, a Estados Unidos, buscando mejores condiciones económicas. A sus 65 años, dice que sigue desempeñando su labor con el mismo entusiasmo del primer día.
“El sueldo que ganamos no nos da para vivir”
El trabajo del cuidado en el hogar es fundamental para una población que envejece, pero también es conocido por ser físicamente extenuante y emocionalmente exigente. A pesar de su importancia, los salarios suelen ser bajos. En promedio, una cuidadora de personas mayores que trabaja a través de una agencia gana menos de $14 por hora y la mayoría carece de beneficios, según un reporte del Instituto de Políticas Económicas.
En su último empleo, Francisca trabajaba desde las 10:30 de la noche hasta las 8:30 de la mañana, realizando tareas que incluían cambiar pañales varias veces durante la noche y asistir a su cliente en su aseo personal. Ella señala las duras condiciones del trabajo: “Cuando uno cuida a una persona mayor, uno se puede romper la espalda, dolores musculares, porque, generalmente, le tenemos que cambiar pañales y tenemos que hacer movimientos bruscos…Generalmente, no tienen las camas especiales”.
A pesar de la importancia de su labor, Francisca asegura que las compensación es insuficiente, especialmente para quienes trabajan a través de agencias de cuidado. Por esta razón, ha optado por buscar empleos independientes.
“Cada vez los cuidadores vamos a buscar otras opciones porque el sueldo que ganamos no nos da para vivir”, explica. “Si yo me voy a una tienda, como el ejemplo Goodwill, [donde pagan] $16.75, ahí no voy a hacer ningún esfuerzo, voy a tener vacaciones, me van a dar el doble de turno, también me van a pagar los holidays”.
Para Francisca, las agencias de cuidado representan un problema adicional: “Las agencias están sentadas y están ganando dinero a costa de nosotros”.
A pesar de las difíciles condiciones para Francisca, cuidar a las personas mayores va más allá de un trabajo; es una vocación que le brinda satisfacción personal. “Me gusta cuidar de las personas mayores, me gusta darles cariño”, dice. “Hay que tener un carácter muy especial… Todo lo que les hablo es para levantar su ánimo y que ellas sientan que yo soy su amiga”. Esta cercanía, explica, ha sido clave para su éxito en el cuidado de personas mayores.
Mejores condiciones
El crecimiento demográfico de la población de 65 años o más plantea desafíos específicos en el ámbito de la atención médica, distintos a los de otras áreas económicas. Para muchas trabajadoras del cuidado de personas mayores, como Francisca, la necesidad de mejores condiciones laborales es evidente. Ella reflexiona sobre la importancia de que los legisladores presten atención a sus demandas:
“Yo pienso que el [Presidente] va a poner sentimientos para que sean mejores con los trabajadores de cuidados de personas mayores. Porque cada vez vamos a ser menos. Si no actúa, vamos a hacer menos.
En esta lucha por mejores salarios y beneficios justos, Francisca subraya la importancia de la solidaridad entre las trabajadoras. “Todos tenemos que luchar por mejores salarios y prestaciones justas…Me encanta estar con este grupo de lucha”