Millones de familias están a punto de enfrentarse a lo que se ha llamado “abismo del cuidado infantil” gracias a que un programa de subsidios del gobierno que ayudó a estas instituciones desde la pandemia llegaría a su final este 30 de septiembre.

Estos fondos, por casi $24 mil millones, fueron parte del Plan de Rescate Estadounidense de 2021 del presidente Biden y ayudaron a miles de proveedores de cuidado infantil a pagar sus deudas y retener a sus empleados, lo que evitó los cierres de estos programas.

La gran preocupación ahora es que la expiración del programa de financiación provocaría el despido de personal, una consecuente falta de cupos disponibles para los niños, y el aumento de las tarifas para los padres.

Hasta el momento existen dudas de un acuerdo de último minuto en el Congreso para aprobar fondos adicionales para el cuidado infantil.

Se estima que más de 70.000 guarderías cerrarían y más de 3 millones de niños podrían perder sus cupos en estas instituciones una vez expire la financiación.

Sumado a esto, el sector del cuidado infantil probablemente perderá 232.000 puestos de trabajo, según un análisis de la organización The Century Foundation.

Aumento en el costo del cuidado infantil

En promedio, las familias pagan más de $10.000 al año por el cuidado de un niño, aunque en algunos estados el costo anual es entre $15.000 y $20.000, según datos de la organización Child Care Aware, costos que se espera aumentarán si se termina la financiación del gobierno. 

Una encuesta realizada por la Asociación Nacional para la Educación de Niños Pequeños encontró que más de un tercio de los programas que atienden a bebés y niños pequeños esperan aumentar las tarifas después de que se agote el financiamiento.

Una guardería de Wisconsin, por ejemplo, dijo que tendría que aumentar sus tarifas a $50 por semana por cada niño, lo que implicaría un aumento de $200 al mes solo por un hijo. 

Este aumento en los costos del cuidado infantil podría obligar a algunos padres a dejar sus trabajos o reducir las horas laborales para quedarse en casa cuidando a los niños, advierten defensores de derechos.

Elliot Haspel, experta en cuidado infantil de Capita, dice que las listas de espera para un cupo en una guardería pueden durar años y con el constante aumento de los costos solo las familias adineradas podrán costear este cuidado.

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