Las canciones son modernas, de buen ritmo, y los gestos de Brenda Dama son graciosos y sus enormes ojos son sumamente expresivos.

A simple vista sirven para entretener al visitante a su cuenta de TikTok por unos segundos, pero detrás del humor y la música se esconden denuncias laborales que comparten muchas de otras trabajadoras del hogar: acoso, maltratos y largas jornadas.

Brenda, una mujer keniana de 26 años que llegó a trabajar para un hogar adinerado en Arabia Saudita hace dos años, comenzó a crear videos para TikTok en abril de 2020. Gran parte de lo que ha publicado en la red social se centra en sus experiencias como trabajadora del hogar.

Un artículo reciente en el New York Times muestra cómo los videos que sube Brenda son vistos por miles de trabajadoras migrantes en condiciones similares, quienes viven aisladas, a miles de kilómetros de sus países de origen y de sus familias. Su cuenta ya tiene más de 32.000 seguidores y más de 363.000 “likes” (me gusta).

En uno de sus videos Brenda muestra cómo sus patrones no le dan tiempo para descansar, ni siquiera cuando ella se siente mal.

En el video se ve a Brenda limpiando mientras suena una canción que repite la frase “¿me notarías?”. La canción y la frase son más que apropiadas, pues en un mensaje sobre el video se lee, “Yo cada vez que se acerca a mí después de decirle que tengo un dolor de cabeza fuerte pero solo me da una pastilla para el dolor y me deja continuar trabajando en vez de dejarme ir a descansar”.

@iamdee_2540

And she would still not even notice me😩😁😁😁

♬ this really blew up follow me – tokyo

“Cuando el hijo de tu empleador coquetea contigo, pero tú tienes que aparentar que no sabes nada para evitar problemas”, dice el mensaje sobre el video.

Redes Sociales

Aparte de las dramatizaciones y canciones, algunos videos subidos a TikTok explican a sus seguidoras cómo funcionan los contratos laborales y las agencias de reclutamiento de trabajadoras, y las anima a compartir sus experiencias.

Al ver los videos de los demás y, a veces, publicar los suyos, las trabajadoras del hogar han encontrado apoyo y camaradería virtual.

“Aquí es muy difícil. Terminas llorando todos los días. Pero cuando ves los comentarios positivos en tus videos, dices, esta persona lo entiende”, le dijo Dama al New York Times.

Valientes

De acuerdo con el foro de trabajo migrante Abu Dhabi Dialogue, en 2016 había más de cuatro millones de trabajadores del hogar migrantes en el Golfo Pérsico, la mayoría contratados bajo un sistema de patrocinio que le da a sus patrones casi total control sobre ellos. Estos trabajadores del hogar no pueden cambiar de empleos o salir del país sin permiso de sus empleadores, y los patrones a menudo confiscan sus teléfonos celulares y pasaportes.

Las trabajadoras del hogar suben videos a TikTok a pesar de las consecuencias que esto pueda acarrearles.

En el Medio Oriente, tomar fotos o videos dentro de la casa de un empleador y subirlas a la Internet sin permiso puede incluso llevar a enfrentar cargos criminales o la deportación, según el Fuller Report.

La misma Brenda le dijo a Fuller Report que cuando su empleadora descubrió sus videos en TikTok, empezó a apagar el “Wifi” y a abusar verbalmente de ella.

Pero ella se niega a borrar sus videos, ya que con ellos dice que no se siente tan sola.

“Se siente que tienes compañía, como si nuestros teléfonos son nuestros mejores amigos”, Brenda le dijo a Fuller Report.