Dora Camacho ha cultivado un amor inquebrantable por el trabajo del hogar, una profesión que se convirtió en su salvavidas cuando todas las demás puertas se cerraron.

“Para mí, ha sido una bendición bien grande; limpiar casas es un trabajo que yo he amado y aún lo sigo amando”, expresa con orgullo.

Las dificultades económicas y la responsabilidad de ser madre soltera la llevaron a migrar desde su natal Chihuahua a Estados Unidos hace 29 años. A pesar de los desafíos iniciales,

Dora logró establecerse en Dallas,Texas, con su hijo de seis años y posteriormente se hizo cargo de su hermana menor, quien también migró y de una segunda hija.

Sin embargo, la estabilidad que había logrado para su familia se desvaneció cuando perdió su empleo debido a la falta de un número de seguro social.

“El poco dinero que tenía, con la renta, con los gastos se me fue. Ya después no tenía para comer, y con mis tres hijos me dijeron que tenía que dejar el apartamento pues ya no podía pagarlo”.

Dora recuerda el día que le dijo a su hija, entonces de cuatro años, “vamos a dormir debajo de las estrellas, va a ser bonito, será algo divertido” y su hija se entusiasmó.

Cuenta que en ese momento lo único que le quedaba era una camioneta en la que puso un colchón y la poca ropa que pudo cargar. “Y allí estuvimos un tiempo viviendo en la calle”.

Dora y sus hijos se mudaron cerca de un parque al oeste de Dallas. La lucha diaria incluía, entre otras situaciones, bañarse en un lavado de autos con agua a presión.

“Un día, una semana era mucho, andar luchando, andar buscando la comida, ver qué iba a hacer. Y tratar de que el poquito dinero que te quedaba, hacerlo rendir. Porque comprábamos en McDonald’s y nos repartíamos una parte para ti, otra parte para ti. A veces, no comíamos”.

El sueño bajo las estrellas

La fe inquebrantable en Dios, asegura, fue lo que la sostuvo durante casi tres meses viviendo en su carro con sus hijos. 

“Un día, se levantó mi hija y me dijo llorando que ya no quería dormir debajo de las estrellas”, recuerda. ”Que dolor tan grande, yo sentí que se me doblaron las piernas, en la caída le pedí a Dios que me diera un trabajo donde nunca nadie me corriera”.

Con el dinero que le quedaba, Dora mandó a hacer tarjetas de presentación. Junto a sus hijos y su hermana, salían a repartirlas en tiendas, promocionando sus servicios de limpieza de casas.

“Yo deseaba tener un trabajo donde yo pudiera tener el control, donde yo pudiera mantener bien a mis hijos… Y no tener esa incertidumbre de hasta cuándo me durará este trabajo”.

Dora describe a su primer cliente como un ángel, un señor que le pagaba $100 por hora cuando la tarifa era $100 dólares por la limpieza de una casa. Ese cliente la ayudó a conseguir más trabajos hasta que Dora tenía programada toda la semana y pudo buscar un apartamento y llevar comida a sus hijos.

El trabajo en el hogar: Orgullo y pasión

Dora dice que limpiar casas no era simplemente un trabajo; era un llamado, una salida terapéutica donde encontró consuelo y propósito.

“Esto es algo que yo no quiero abandonar”, dice. “En 20 años yo no recuerdo una sola vez que haya dicho, yo no quiero ir, todos los días me levantaba, contenta”.

La idea de transformar su trabajo en un negocio surgió porque aunque no quiere dejar su empleo, ha llegado a un punto en su vida donde necesita ayuda. Por eso registró su compañía “Limpiando con Dora” y está empleando a otras trabajadoras del hogar.

“Hay muchas oportunidades en este trabajo, puedes crecer hasta donde tú quieras”, Le dijo a La Alianza.

El salto a las redes sociales

La incursión de Dora en las redes sociales, especialmente en TikTok, marcó un punto de inflexión en su vida. A pesar de no tener conocimientos sobre el mundo digital, Dora quería compartir sus experiencias sobre el negocio de la limpieza de casas y empoderar a otras mujeres.

Con la ayuda de conocidos, Dora empezó a hacer los primeros videos que rápidamente se volvieron virales. Hoy en día acumula casi 700.000 seguidores en TikTok y un millón en Facebook, y algunos de sus videos alcanzan hasta 9 millones de visitas, que la posicionan como una destacada ‘influenciadora de la limpieza”.

En sus videos, Dora comparte consejos especializados de limpieza, desde la eliminación de manchas imposibles hasta la elección adecuada de productos para cada tarea. Además, comparte experiencias personales, incluyendo cómo gestiona las relaciones con sus clientes. Su popularidad radica en la mezcla única de su personalidad divertida y su disposición a mostrarse vulnerable.

El reconocimiento le ha permitido además trabajar con marcas a las que admira y ser reconocida por Univision en el 2023 como parte del grupo de hispanos que son “Orgullo Latino”.

Pero su meta va más allá de simplemente ganar seguidores y reconocimiento, Dora busca transformar la percepción social acerca del trabajo en el hogar. 

Al finalizar la entrevista con La Alianza dejó este consejo: “Decirle a las muchachas que luchen por sus sueños, que pongan todo en las manos de Dios y no descansen hasta conseguirlo… porque a veces es difícil y pensamos que es imposible, pero cuando tú luchas de repente te llega todo, que no se cansen de luchar”.