En esta temporada de limpieza de primavera, es importante tener en cuenta que muchos productos de limpieza contienen ingredientes potencialmente peligrosos. Los fabricantes de productos químicos no están obligados a enumerar los ingredientes en sus envases ni a hacerlos públicos, lo que significa que a menudo no es posible saber qué está rociando o frotando cuando realiza la limpieza.

Estos productos son particularmente dañinos para las trabajadoras del hogar que están expuestas más frecuentemente a estas sustancias químicas que entran al cuerpo a través de la respiración, la piel e incluso el contacto de manos a ojos o de manos a boca.

Algunos causan reacciones alérgicas agudas, mientras que otros están asociados con efectos crónicos o a largo plazo, como asma y cáncer. 

Para ayudar a reducir la exposición a estos productos, el Grupo de Trabajo Ambiental (EWG por sus siglas en inglés), una organización enfocada en la protección de la salud ambiental, ha publicado una lista de consejos sobre cómo cambiar a productos de limpieza más saludables. 

Evitar limpiadores antibacterianos o antimicrobianos: En su lugar, use agua y jabón con paños de microfibra húmedos para tareas de limpieza diarias. 

Los desinfectantes, como se le conoce a estos productos, suelen contener compuestos de amonio cuaternario, también conocidos como Q.A.C. o blanqueador de cloro que se han relacionado con irritación de la piel, asma y otros problemas pulmonares. 

En casos de riesgo grave de transmisión de enfermedades, puede considerar desinfectantes antimicrobianos registrados por la Agencia de Protección Ambiental. 

Evite los ambientadores de aire: Abra las ventanas si el clima lo permite y cambie regularmente los filtros  del aire acondicionado. También puede hervir agua a fuego lento con cáscaras de cítricos, vainilla o ramas de canela durante una hora para refrescar el aire interior. 

Los ambientadores usualmente contienen ftalatos, compuestos químicos que pueden pueden causar desbalances hormonales, anormalidades reproductivas y hasta defectos de nacimiento, de acuerdo con el Consejo de Defensa de los Recursos Naturales (NRDC por sus siglas en inglés).

Evite los limpiadores de desagüe: Considere el uso de una serpiente de drenaje en lugar de productos químicos agresivos.

De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, los limpiadores de drenajes contienen químicos muy peligrosos que pueden ser dañinos para la salud si los ingiere o respira, o si entran en contacto con la piel y ojos.

Evite los suavizantes de tela: Pruebe con una bola secadora reutilizable en lugar de suavizantes de tela que contienen químicos dañinos.

Rich Handel, jefe de proyectos de pruebas en Consumer Reports y especializado en lavado de ropa aconseja no utilizar suavizante de telas porque “no sólo puede irritar la piel sensible, sino que también puede dejar una capa de residuos en la ropa y reducir la absorción de las toallas”.

Lea la etiqueta y evite estas sustancias químicas

Estudios científicos han comprobado que las sustancias químicas que se encuentran en algunos productos de limpieza comunes causan cáncer, defectos de nacimiento, asma y otros efectos graves para la salud. Incluso los productos de limpieza que se anuncian como “verdes” o “naturales” pueden contener ingredientes que pueden causar problemas de salud, según EWG.

Además de elegir productos que tengan una lista completa de ingredientes en la etiqueta, ​​es importante evitar aquellos que contienen “fragancia”, “perfume” o “aroma”, ya que estos términos pueden ocultar una combinación de productos químicos perjudiciales. 

EWG recomienda además tener cuidado con productos que contengan amoníaco, 2-butoxietanol, blanqueador con cloro, etanolaminas, compuestos de amonio cuaternario, triclosán y tiourea, ya que se han relacionado con diversos riesgos para la salud.

En este artículo le contamos más sobre cómo estos químicos pueden afectar su salud

La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, tiene una lista completa de productos que contienen la etiqueta ‘Safer Choice’ (Elección Segura), que certifica que el producto está fabricado con ingredientes más seguros y ha pasado estrictos controles de calidad, aunque no es una garantía de que el producto sea 100% seguro.