Princeton, NJ – Por tres días, Mariana Magaña ha sido una de las 200 personas que ha cruzado líneas estatales desde la Estatua de Libertad en Nueva York hasta Princeton, New Jersey. “Ayer fue un desafío,” Magaña le dijo a La Alianza. “Marchamos por seis millas completamente empapados bajo una llovedera.” 

Según Magaña, una recipiente del programa acción diferida para los llegados en la infancia, mejor conocido como ‘DACA,’ su grupo demostró su fortaleza en haber sobrellevado la tormenta. Juntos, ellos están caminando 230 millas hasta llegar a Washington, D.C., el 12 de noviembre, cuando la Corte Suprema escuchará los primeros argumentos para determinar si DACA será rescindida o no.

Este sábado, 26 de octubre, Home Is Here (El hogar está aquí) lanzó la marcha que durará 16 días para proteger DACA y el Estatus de Protección Temporal (TPS), dos pólizas que han protegido a más de un millón de personas de la deportación. 

“Lo más grande que me ha dado [DACA] es la protección de la deportación, que no solamente me afecta a mí, si no a mi familia,” dijo Magaña, quien trabaja con la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA). “Cuando una persona es deportada, eso afecta una comunidad entera.” 

Han pasado dos años desde que el presidente Donald Trump ordenó terminar la póliza de la época del expresidente Barack Obama que ha protegido a casi 800,000 jóvenes inmigrantes de la deportación.

Adoptado en el año 2012, DACA  se aplica a ciertos inmigrantes quienes fueron traídos a los EE.UU. como niños. La póliza permite que los beneficiados tengan autorización de empleo, pero no les ofrece una vía para la ciudadanía.

Desde el 2017, los beneficiarios han estado en un limbo, después que la Casa Blanca ordenó poner fin a la Acción Diferida. El orden fue bloqueado en las cortes, pero ahora tres nuevos casos han llegado a la Corte Suprema. Este noviembre, la Corte escuchará los primeros argumentos para determinar el destino del programa. 

La marcha también representa a aproximadamente 300,000 personas que han recibido TPS de países con guerras, desastres naturales, u otras condiciones peligrosas. Empezando en el 2017, Trump eliminó el programa de protección para varios países, pero jueces federales emitieron mandatos preliminares para prevenir las deportaciones. La administración apeló esas decisiones, y defensores esperan un fallo de la corte de apelaciones este mes de octubre. 

El lunes, el gobierno aprobó darle un año adicional a los salvadoreños con TPS que viven en el país.  

Según la campaña—que fue organizada por CHIRLA, NAKASEC, Make the Road NY, y FIRM Action—estos dos casos judiciales son solo el comienzo de una gran batalla para ganarle ciudadanía a los 11 millones de inmigrantes indocumentados que viven en los EE.UU.  

“El miedo gira alrededor de la incertidumbre de no saber qué es lo que sigue,” dijo Magaña. “Nuestra comunidad siempre ha utilizado el miedo para motivarnos a continuar en la lucha. El miedo ha encendido la leña para que yo esté aquí y luchando. Me ha dado la esperanza para continuar y mover hacia delante.”

Puedes seguir la ruta de la marcha, aquí, o en Twitter con el hashtag #HomeIsHere.

Mariana Magaña, enseñada arriba, es una de las 200 activistas marchando de Nueva York hacía la Corte Suprema en Washington, D.C., donde se escucharán los primeros argumentos para determinar el destino de la Acción Diferida. Foto: Cortesía de CHIRLA, NAKASEC, Make the Road NY, y FIRM Action.