Aquí va una pregunta para el Mes de la Historia de la Mujer: ¿En qué año ganaron las mujeres el derecho al voto en Estados Unidos?

Muchas responderán que en 1920, el año en que se ratificó la decimonovena enmienda de la constitución de los Estados Unidos.

Y sí, aunque en el papel todas las mujeres ganaron el derecho a votar en 1920, la realidad fue distinta para las mujeres de color.

El derecho al voto no fue para todas

En un ensayo publicado en el sitio web Hacemos Historia(una línea de tiempo interactiva de la historia de las trabajadoras del hogar), la historiadora Jennifer Guglielmo, hace un análisis de la lucha de las mujeres de color para ejercer el derecho al voto.

Nota: Esta línea de tiempo fue co-creada por la Alianza Nacional de Trabajadoras del Hogar, la organización socia de La Alianza.

Guglielmo hace enfásis en cómo los requerimientos a las personas de color para ejercer el derecho al voto, tales como los impuestos al sufragio y las pruebas de alfabetización, ademas de la violencia y la intimidación en las urnas, impidieron el voto de las mujeres afroestadounidenses.

Las mujeres mexicanas, puertorriqueñas, asiáticas e indígenas se enfrentaron a una discriminacion similar e incluso fueron excluidas de este derecho por su lenguaje.

Pieza clave en la victoria del voto femenino

A pesar de que el racismo les impidió ejercer el derecho al voto a la par con las mujeres blancas, muchas mujeres de clase obrera, incluidas mujeres negras, latinas y asiáticas, hicieron importantes aportes a la victoria de las sufragistas blancas en 1920.

“Su campaña ocurrió también dentro de sociedades antiesclavitud, iglesias, convenciones políticas y organizaciones de derechos civiles”, dice la periodista Marta Jones.

El proyecto Hacemos Historia habla sobre como muchas mujeres blancas, una vez obtuvieron el voto, trabajaron para excluir a las mujeres de color de este derecho.

No se dieron por vencidas

La mayoría de las mujeres afroamericanas no pudo ejercer el voto sino hasta 1965, luego de campañas masivas de derechos civiles para inscribir votantes que culminaron con la aprobación de la Ley del Derecho al Voto que ilegalizó las prácticas discriminatorias de voto.

Pero otros diez años tuvieron que pasar para que las mujeres latinas e indígenas pudieran ejercer plenamente este derecho.

A pesar de que la Ley de Derecho al voto establecía que no se podía discriminar a los votantes por su lenguaje, la realidad fue que la dificultad para leer, escribir o interpretar materiales en inglés impedía que personas que hablaban un idioma diferente al inglés acudieran a las urnas.

Fue hasta 1975, cuando se firmó la Extensión de La Ley del Derecho al Voto, que se empezó a requerir que las boletas electorales fueran bilingües y se prohibieron las pruebas de alfabetización a los votantes.

Hoy en día algunas ciudades han comenzado a extender el voto para incluir a los inmigrantes que no tienen ciudadanía de los Estados Unidos. Según Ballotpedia, quince municipios de todo el país permitieron que los no ciudadanos votaran en las elecciones locales a partir de enero de 2022.

El voto como herramienta

Como lo explica el artículo de Hacemos Historia, ganar el derecho al voto les permitió a las mujeres de clase trabajadora aumentar su poder político, un paso en la lucha por salarios justos, condiciones laborales seguras, horarios más cortos, entre muchas otras reivindicaciones laborales.

Luis Fraga, profesor del Instituto de Estudios Latinos de la Universidad de Notre Dame, dice que el voto otorgó poder a los latinos para presentar desafíos judiciales contra los sistemas electorales que les impedían elegir a otros latinos para cargos públicos.

A pesar de haber sido excluidas, en los últimos años las tasas de votación de las mujeres han sido más altas que las de los hombres, particularmente en el grupo de votantes Latinas.

Más latinos ejercerán derecho al voto

También este año, los latinos jugarán un rol decisivo en las elecciones de medio periodo, pues de acuerdo con la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Elegidos y Designados (Naleo por sus siglas en inglés), el número de votantes latinos se incrementará en un 71,4% en comparación con el 2014.

Según los expertos, las mujeres latinas son claves para ganar el electorado latino pues es probable que además de su voto, ellas animen a sus amigos y familiares a votar también.

 “[Las latinas] son nuestras matriarcas, son el pegamento que mantiene unidas a nuestras familias y nuestras comunidades”, dijo al medio The World Stephanie Valencia, presidenta de la organización EquisLabs que busca aumentar la participación cívica latina.