Cada año, del 15 de septiembre al 15 de octubre, se celebra en Estados Unidos el Mes de la Herencia Hispana, un tiempo para rendir homenaje a las costumbres y tradiciones que han enriquecido la vida de millones de latinos.
Algunas de estas tradiciones están relacionadas con las prácticas de limpieza que han perdurado a lo largo de las generaciones, transmitidas de madres a hijas y que siguen siendo parte integral del día a día de muchas familias hispanas.
Le preguntamos a las lectoras de La Alianza cuáles son esas costumbres de limpieza que mantienen vivas. Estas son algunas de estas prácticas y productos que forman parte de la vida cotidiana en muchas comunidades latinas.
Jabones tradicionales: Una herencia familiar
Los jabones tradicionales ocupan un lugar destacado en el corazón y los hogares de las familias latinas. Productos como el Zote, Foca, Roma, Ariel y Rey fueron mencionados con frecuencia.
El jabón Zote, en particular, ha sido un ícono en la limpieza de los hogares mexicanos durante décadas. Su efectividad y versatilidad son apreciadas por muchas trabajadoras del hogar.
“Estos productos dejan un aroma espectacular en las casas que limpio”, comenta Anabel. “También los uso para lavar la ropa de mi familia”.
Pero el Zote no solo se utiliza para la ropa. Hay quienes creen firmemente en sus beneficios para la piel. Muchas dijeron que este es su jabón preferido para bañarse, e incluso le atribuyen propiedades para mejorar el acné.
La historia de estos jabones se remonta a la década de 1920, cuando la compañía mexicana La Corona comenzó a producirlos en un contexto de escasez de productos de limpieza.
Su combinación de calidad y precio, junto con la utilización de ingredientes naturales, los ha convertido en una opción sostenible y económica.
“El jabón Zote es el mejor para bañarme y lavar ropa; hace cinco años que lo descubrí y no lo cambio por nada, es bueno y barato”, comentó Elisa.
Con el tiempo, estos jabones han trascendido fronteras, convirtiéndose en un elemento indispensable no solo en América Latina, sino también en Estados Unidos, a donde se exporta el 15% de su producción.
El poder de los productos naturales
Otra tradición profundamente arraigada es el uso de productos naturales como el vinagre y el bicarbonato de sodio. Estos elementos son valorados por su eficacia y su impacto positivo en el medio ambiente.
Estudios científicos han demostrado que el vinagre tiene propiedades que ayudan a descomponer la estructura de algunas suciedades, disuelve los depósitos de agua dura, grasas y manchas y puede eliminar algunas bacterias.
El bicarbonato de sodio, por su parte, es conocido por su capacidad para eliminar manchas y olores. Se cree que puede desodorizar el refrigerador, refrescar el aliento e incluso exfoliar la piel.
María Eugenia, una lectora de La Alianza, dice que su madre utilizaba estos productos para desinfectar y blanquear la ropa. “Yo igual sigo utilizando estos productos naturales, que son amigables con el medio ambiente y para nuestra salud”, asegura.
Pero tenga cuidado, expertos advierten que es muy peligroso mezclar estos dos ingredientes en un recipiente cerrado ya que puede causar una explosión.
Fabuloso: el olor de los hogares latinos
El uso de limpiadores multiusos como Fabuloso ha sido parte de la rutina de muchas familias. Este limpiador, famoso por su aroma intenso, se creó en Venezuela en 1980 y ha conquistado los hogares latinos desde su llegada al mercado estadounidense en 1996.
“El Fabuloso lo usaba mi madre desde hace muchos años y ahora lo sigo usando”, dijo Angelica, evocando recuerdos de su infancia.
Sin embargo, es vital tener en cuenta que algunos de estos productos, a pesar de su fragancia atractiva, pueden contener químicos dañinos que representan riesgos para la salud.
Un informe de Women Voices señala que las marcas con fragancias fuertes, como Fabuloso, Fragranzia y Suavitel, pueden tener efectos negativos en la salud de los usuarios.