Olivia fue niñera durante casi seis años para una familia de Filadelfia. Mientras sus propios hijos estaban al cuidado de su madre en su país de origen, ella criaba al hijo de otros con dedicación. “Lo cuidé como si fuera parte de mi familia”, dice.
Un día llamó para decir que estaba enferma y no podía ir a trabajar. La respuesta de sus empleadores fue que ya no la necesitaban más.
A pesar de que la Carta de Derechos de las Trabajadoras del Hogar de Filadelfia establece que antes de un despido el empleador debe dar un preaviso de dos semanas, en el caso de Olivia no fue así.
“Fue una injusticia que me afectó profundamente, no solo económicamente, sino también emocionalmente”, contó Olivia ante el Consejo de Filadelfia.
Como ella, muchas trabajadoras del hogar en esa ciudad enfrentan violaciones a sus derechos laborales a pesar de estar protegidas por la ley. Pero hoy, esa realidad empieza a cambiar.
Después de más de tres años de lucha liderada por trabajadoras del hogar y una coalición diversa de sectores laborales, Filadelfia aprobó el pasado viernes 8 de mayo, una legislación para garantizar que los derechos laborales no solo existan en el papel, sino que puedan ser exigidos y defendidos.
Una herramienta contra el abuso
El Acto Poder (Proteger Obreros – Derechos en Respaldo), es una de las medidas más amplias en todo el país para reforzar los derechos laborales.
Esta ley busca proteger a trabajadoras como Mercedes Reyes quien durante 14 años, limpió, cocinó y cuidó a los hijos de una familia por un salario de $2 por hora. No tenía días libres ni protecciones, incluso cuando estuvo internada en el hospital por 11 días tras una lesión laboral, sus empleadores no respondieron.
“Esta ley me habría cambiado la vida. Cambiará la vida de muchas trabajadoras ahora”, dijo Mercedes, quien ahora está jubilada y es líder del capítulo de Pensilvania de la Alianza Nacional de Trabajadoras del Hogar.
Aviso: La Alianza Nacional de Trabajadoras del Hogar (ANTH) es la organización socia de La Alianza.
El acto Poder amplía y fortalece leyes ya existentes, como la Ordenanza de Robo de Salarios, la Ley de Licencia por Enfermedad Pagada y la Carta de Derechos de las Trabajadoras del Hogar, promulgada en 2019.
La ley protegerá no solo a las trabajadoras del hogar, sino a más de 750.000 trabajadores en Filadelfia, según estimaciones de la ciudad. Su alcance abarca tanto a personas empleadas formalmente como a trabajadoras informales sin importar su estatus migratorio.
Entre sus disposiciones más significativas, la ley:
- Protege contra represalias: Si una trabajadora denuncia condiciones injustas, el empleador deberá probar que no tomó represalias. Esto facilita la denuncia y protege a quien se atreve a alzar la voz.
- Apoya a trabajadoras inmigrantes: Establece un proceso claro para que se certifiquen casos de abuso laboral en solicitudes de visas U, T u otros alivios migratorios.
- Compensa a las víctimas: Las trabajadoras recibirán pagos no solo por los salarios robados, sino también por el daño sufrido.
- Crea el Fondo de Justicia Laboral: Financiado con multas impuestas a empleadores abusivos, este fondo apoyará a trabajadoras que enfrentan represalias.
- Publica a los “malos empleadores”: Empleadores con múltiples violaciones aparecerán en una base de datos pública, presionándolos a cumplir la ley.
Además, la Oficina de Protección Laboral de la ciudad ahora tendrá más poder para investigar y sancionar a empleadores abusivos, incluyendo la posibilidad de suspender licencias, iniciar investigaciones proactivas y llevar casos a los tribunales.
Un triunfo colectivo
Esta victoria fue posible gracias al trabajo de mujeres como Mercedes, y de muchas otras que decidieron no callar más. Junto a ellas, trabajadores de restaurantes, almacenes, y organizaciones comunitarias construyeron una alianza que hoy sirve de ejemplo nacional.
“No pedimos favores, exigimos justicia. Y hoy hemos hecho historia”, dijo Mercedes.