En la tarde del 13 de octubre del 2022, Apolonia y su hermana Hermelinda, se pararon frente a un juez en un tribunal en Filadelfia. Era su primera vez en una corte de reclamos menores. 

Las hermanas, ambas limpiadoras de casas, recitaron la presentación que habían estado practicando por varias semanas.

“Yo soy Apolonia. Yo llevo 17 años trabajando profesionalmente en limpieza de casas. Estoy aquí por un caso de incumplimiento de contrato”, fueron más o menos las palabras iniciales que Apolonia le dijo al juez.

Las trabajadoras demandaban que una clienta les pagara $750 restantes por un servicio de limpieza profunda por el que la empleadora había acordado pagar $1.350 y del que solo recibieron $600.

Apolonia y Hermelinda no llevaron un abogado, habían decidido representarse a sí mismas, en un caso icónico para las trabajadoras del hogar en Filadelfia.

El acuerdo

A finales de junio del 2022, Apolonia fue contactada por una clienta para limpiar un apartamento vacío. 

Las trabajadoras le dieron a la clienta una tarifa inicial de $200, pero cuando se presentaron para realizar la limpieza la clienta les mostró una factura generada por una empresa de limpieza que detallaba lo que tenían que hacer.

Entre la lista de tareas estaban la limpieza de pisos, ventanas, todas las superficies horizontales, gabinetes de cocina, refrigerador, tina y lavamanos de baño, según se detalla en el reclamo presentado por las hermanas.

Esa misma factura decía que la tarifa total por esos servicios era $1.350. 

En entrevista con La Alianza, Apolonia de 35 años, dijo que le preguntó a la clienta si esa era la suma que iba a pagarles dado el tipo de limpieza que estaba exigiendo y asegura que la clienta confirmó varias veces que les pagaría ese dinero.

“Como que [tenía] esa duda, será que si me va a pagar esa cantidad, porque yo dije se ve grande la cantidad y yo me esfuerzo a hacer el trabajo lo más que pueda por ese dinero porque me va a ayudar”, dijo Apolonia quien planeaba con el dinero pagar unas clases de natación a su hija que recibe educación especial.

Por cinco horas las trabajadoras limpiaron el lugar exhaustivamente y al final la clienta quedó satisfecha con el servicio, dijo Apolonia. Pero cuando pidieron el pago, la empleadora solo les dio $200, negándose a pagar los $1.350 acordados, según relatan las hermanas en la demanda presentada ante el juez. 

“Le digo no, es que no es justo. Te pregunté muchas ocasiones y nos exigiste mucho trabajo”, cuenta Apolonia. “Somos dos personas y tú me exigiste más de lo que yo te había dicho que iba a hacer”.

Al final, asegura que la clienta les pagó $600 y que aceptaron porque no podía llegar a su casa después de un día de trabajo sin nada de dinero.

Deciden denunciar

Esta no era la primera vez que le pasaba, comenta. Ante la frustración de no haber recibido el pago acordado, esa misma noche Hermelinda se comunicó con el capítulo de La Alianza Nacional de Trabajadoras del Hogar (ANTH) en Filadelfia para preguntar qué podían hacer en su caso.

Aviso: La Alianza Nacional de Trabajadoras de Hogar es la organización socia de La Alianza.

Las trabajadoras ya tenían conocimiento de la organización y habían participado en algunas actividades de la misma.

“En el caso de Apolonia y su hermana Hermelinda, rápidamente llegamos a la conclusión que fue una violación de contrato”, dijo Alejandro Utria, organizador de la ANTH en Filadelfia.

Utria representó a las trabajadoras inicialmente para presentar la demanda ante el tribunal de reclamos menores de Filadelfia, (Small Claims Court).

El tribunal de reclamos menores es una corte civil donde las demandas se resuelven de manera económica, rápida. En esta corte se pueden presentar demandas solo por dinero y las personas pueden representarse a sí mismas sin necesidad de un abogado.

De acuerdo con la ley, los trabajadores con o sin documentos tienen derecho a presentar reclamos salariales y no se necesita ser un ciudadano de los Estados Unidos para presentar o defender un caso en la corte de reclamos menores.

Sin embargo, es importante subrayar que estas trabajadoras se asesoraron legalmente con la ANTH antes de presentar su reclamo y esa es la recomendación para cualquier trabajadora que quiera presentar una denuncia.

Se representaron a sí mismas

Estaba claro que no había certezas de ganar el caso, pero tenían claro que el solo hecho de denunciar marcaría un precedente.

Por varias semanas las trabajadoras se reunieron con miembros de la ANTH para prepararse. La decisión fue que Apolonia y Hermelinda se representarían a sí mismas ante el juez. 

“Para mí, la victoria era llegar y presentarlo. La victoria era no dejar que esto pasara. La victoria era la preparación, la victoria era mirarle al juez y hablarle así sobre la verdad y la realidad de las trabajadoras”, dice Alejandro.

La preparación incluía aprender cómo hablar ante el juez, qué no hacer al momento de presentar el caso y cómo responder a las preguntas que posiblemente les harían.

El día de la audiencia, paradas ante el juez, Apolonia y su hermana describieron su caso en español, alegando que no habían prestado un servicio simple sino una limpieza profunda por la que habían acordado un pago de $1.350 y que querían el resto de su dinero.

La empleadora, presente también en la corte, negaba que este fuera el acuerdo, según contó Alejandro a La Alianza. Argumentaba que no había acordado pagar esa tarifa y que las trabajadoras deberían estar satisfechas con el pago de $600.

Como prueba, las trabajadoras mostraron fotos de la factura donde se enumeraba las tareas a cumplir y la tarifa.

“Al principio, sí estaba como con mucho miedo a que yo fuera a perder, pero siempre contando la verdad directamente viéndolo a los ojos, me dio mucha seguridad”.

Tras escucharlas, el juez declaró a favor de las trabajadoras, quienes recientemente recibieron el resto de su pago. 

Ir a la corte para sentar un precedente

Lo hago porque es justo para muchos, porque muchas veces nos quedamos callados”, dice Apolonia sobre las razones que la impulsaron a ir a la corte.

Alejandro recuerda que ante el juez Apolonia argumentó estas razones diciendo: “Señor juez, yo sé que tal vez este tipo de caso usted no lo había visto antes, no de una limpiadora. Pero como [yo] hay miles de mujeres en esta ciudad que están trabajando en esto. Y si usted no ha visto un caso como éste, no es porque no lo hay. Es porque la gente no se atreve a presentarlo a una corte”, dijo Apolonia. “Yo estoy aquí representando a esas mujeres”.