Washington, DC — El 19 de septiembre, los representantes Bobby Scott y Susie Lee junto a Tim Kaine de Virginia y Maggie Hassan de Nueva Hampshire presentaron un proyecto de ley llamado Ley de Oportunidad de Creación Directa, Adelanto y Retención de Empleo (Direct Creation, Advancement and Retention of Employment (CARE) Opportunity Act en inglés) con el fin de fomentar oportunidades laborales y profesionales para las trabajadoras del cuidado.
Este proyecto de ley propone, entre otras medidas, subvencionar a al menos 15 organizaciones para invertir en estrategias que avancen la fuerza laboral del trabajo del cuidado y lo convierta en una profesión valorada y buscada.
La ley “beneficiará directamente a las trabajadoras de cuidado directo al invertir en capacitación y en el avance profesional,” añadió Sen. Hassan.
Hay mucha demanda del trabajo de cuidado, ya que cada vez más el número de personas con necesidad de cuidado es mayor. Actualmente, se estima que hay unos 6.3 millones de personas mayores de 85, un número que triplicará para el 2050. Para 2026, la Oficina de Estadísticas Laborales predice que se crearán unas 1.2 millones de puestos nuevos de trabajo de cuidado. Sin embargo, se predice que no habrá tanta oferta como demanda, y esto podría ser problemático.
“Las trabajadoras de cuidado directo brindan un apoyo valioso a las personas mayores y las personas con discapacidades,” anunció Sen. Hassan. “Pero en Nueva Hampshire y en todo el país, no hay suficientes personas para desempeñar estos roles críticos.”
Uno de los motivos detrás del desequilibrio de la oferta y demanda del trabajo del cuidado es debido a que las características de este trabajo dificultan la retención y satisfacción de las trabajadoras mismas. La mayoría de trabajadoras del cuidado no tienen acceso a protecciones y beneficios, pago por horas extra, o sueldo mínimo. Cobran unos $11.57 la hora, cantidad mucho menor que otros trabajos que no implican cuidar a otras personas.
Muchos buscan explicar el por qué de estas condiciones. Alexia Fernández Campbell, informando para Vox, escribe que “debido a las raíces del trabajo en el trabajo esclavo, estas trabajadoras han sido excluidas por mucho tiempo de las leyes laborales de los Estados Unidos. Las cuidadoras internas no tienen derecho a ninguna protección laboral bajo la ley federal, como el pago de horas extras o un salario mínimo. Tampoco las cuidadoras que gastan menos del 20 por ciento de su trabajo ayudando a clientes a realizar tareas básicas. Ninguna está protegida contra la discriminación racial o el acoso sexual.”
“Las trabajadoras de cuidado directa brindan servicios críticos a las personas mayores y personas con discapacidades de nuestro país”, comunicó Bobby Scott, presidente del Comité de Educación y Trabajo de la Cámara de Representantes, en un comunicado. “Debemos realizar inversiones significativas para asegurar que este campo atraiga a profesionales talentosas y brinde oportunidades de avance para aquellas dedicadas a la profesión.”