A medida que los días se acortan y hay menos luz solar, es común que algunas personas experimenten lo que se conoce como “tristeza invernal”. Esta condición es una respuesta a la disminución de la luz solar y puede afectar el ánimo.

La “tristeza invernal” se manifiesta con problemas para dormir, una caída leve de la energía y cambios de humor manejables. El Instituto Nacional de la Salud Mental (NIH) señala que quienes la experimentan pueden sentirse tristes, pero aún así, logran cumplir con sus responsabilidades diarias.

Sin embargo, hay que diferenciar la “tristeza invernal” de un fenómeno más profundo: el Trastorno Afectivo Estacional (TAE), una forma de depresión que se presenta típicamente al final del otoño o principios del invierno y desaparece con la llegada de días soleados de primavera y verano. 

Sus síntomas duran más de dos semanas e incluyen aislamiento social, cambios en el peso, dificultades significativas para dormir y pérdida de interés en actividades placenteras.

Los investigadores aún buscan entender las causas del TAE, pero señalan que puede deberse a una alteración en el “ritmo circadiano”, el reloj biológico del cuerpo. 

Una menor cantidad de luz durante el invierno puede desorientar el reloj biológico, afectando la producción de melatonina, la hormona que estimula el sueño, y de serotonina, una sustancia que combate la depresión.

Diferenciar entre la “tristeza invernal” y el Trastorno Afectivo Estacional es el primer paso para abordar estas condiciones, aconseja NIH.

Consejos para sentirse mejor durante el invierno

Expertos aseguran que se pueden tomar algunas medidas para que los días de invierno sean más placenteros. Entre las recomendaciones están:

Abrir las ventanas a la luz natural: Para ambos casos, la luz natural es clave. Salir a caminar, disfrutar de la luz diurna y mantener los espacios bien iluminados pueden impulsar la producción de serotonina, mejorando el estado de ánimo.

Fortalecer los vínculos sociales: La conexión con otros es esencial. Tanto para la “tristeza invernal” como para el TAE, compartir momentos con amigos y familiares, y participar en grupos comunitarios, pueden ser un alivio emocional.

Alimentación saludable: Mantener una dieta balanceada es crucial. Incluya frutas y verduras, reduzca carbohidratos simples y evite el exceso de azúcares. Varias investigaciones han encontrado que la alimentación influye directamente en el bienestar emocional.

Ejercicio y equilibrio: Para contrarrestar ambas condiciones, la actividad física regular es fundamental. Caminar, hacer ejercicio y mantener una rutina saludable contribuyen a mantener el equilibrio emocional.

Diagnóstico y apoyo profesional: Si los síntomas persisten o se intensifican por más de dos semanas, es importante buscar ayuda médica. La terapia con luz o simuladores de amanecer pueden ser opciones, pero siempre bajo supervisión profesional.

Cuidado y comprensión: Permítase momentos de relajación, meditación y aceptación. No se castigue por tener días difíciles. El autocuidado es una parte esencial del bienestar.

En este artículo puede encontrar información sobre servicios de salud mental en español, gratuitos o a bajo costo. También puede encontrar otros recursos para su salud mental en este artículo.

Recuerde, si usted o alguien que conoce está necesita apoyo emocional o está pensando en hacerse daño, puede contactar a la Línea de Prevención del Suicidio y Crisis llamando al 988 (presione 2 para español).

También se puede enviar un mensaje de texto al 988 o utilizar el chat en vivo en 988lifeline.org. En ambas opciones se puede comunicar en español y de forma gratuita.