Desde que el gobierno federal eliminó una política que protegía a los centros de atención médica de operativos migratorios, profesionales de la salud en todo el país afirman que pacientes con enfermedades crónicas, lesiones graves o embarazos de alto riesgo no están yendo a sus citas médicas por temor a ser detenidas por agentes de inmigración.

Algunos centros médicos han dicho que obedecerán a los funcionarios de inmigración, incluido el sistema de Hospitales NYU Langone Health en Nueva York, donde se ha requerido a los empleados que no protejan a los pacientes inmigrantes sin documentación legal.

Pero muchas otras instituciones y organizaciones de salud están buscando formas de mantener a sus pacientes protegidos. 

El NYC Health + Hospitals que maneja los 11 hospitales públicos y 70 centros de atención al paciente de la ciudad de Nueva York, emitió una carta dirigida a los inmigrantes en la que aclaran que respetan la privacidad. 

“Cuando visita nuestros centros de salud, no está obligado a compartir información sobre su estatus migratorio para recibir atención. Sólo divulgamos información del paciente con su consentimiento o si la ley lo autoriza o lo exige”, dice la carta.

Qué derechos tienen los pacientes

Todos los pacientes en Estados Unidos tienen derecho a atención de emergencia, a la protección de la privacidad, independientemente de su estatus migratorio y a que se les atienda, incluso si no tiene un documento de identidad.

Además, todas las personas, incluyendo el personal y los pacientes, tienen derecho a guardar silencio cuando son interrogados por las autoridades.

Áreas en las que funcionarios de ICE pueden y no pueden ingresar

Con la eliminación de la política que protegía a los centros de atención médica de las acciones de Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE por sus siglas en inglés), ya no se requiere que los funcionarios de inmigración eviten realizar arrestos, detenciones e interrogatorios, en espacios de atención médica o cerca de ellos.

Sin embargo, los agentes de ICE no tienen acceso a todas las áreas de los centros de salud ni a la información de los pacientes. 

Aunque pueden ingresar a espacios públicos como vestíbulos, estacionamientos y aceras, sin consentimiento, solo pueden acceder a espacios privados como consultorios, unidades de pacientes hospitalizados y oficinas con una orden judicial válida o en circunstancias apremiantes, como amenazas a la seguridad pública.

Según la Norma de Privacidad de la Ley de Responsabilidad y Transferencia del Seguro Médico (HIPAA por sus siglas en inglés), una ley que protege la información médica privada de los pacientes, los profesionales de la salud no están obligados a proporcionar información médica protegida como el nombre del paciente, su estado migratorio y la fecha de alta del hospital, sin una orden judicial o citación.

Qué están haciendo los hospitales para proteger a los pacientes

Muchos proveedores de atención médica están implementando medidas para proteger la confidencialidad y reducir el temor entre sus pacientes inmigrantes. Estas son algunas de las acciones que están tomando:

  • Información sobre derechos: Una de las estrategias más visibles es la distribución de información sobre los derechos de los pacientes, incluido dejarles saber que agentes de inmigración no pueden ingresar a espacios médicos privados sin una orden judicial. 
  • Protocolos internos: Varios centros han reforzado sus protocolos internos. En Nueva York, una red de hospitales sugirió designar un “enlace hospitalario” para acompañar a los agentes a una oficina privada y exigir la presentación de una orden judicial válida, que luego es revisada por el equipo legal del hospital. Este procedimiento busca asegurar que las autoridades no ingresen a espacios clínicos sin justificación legal.
  • Visitas domiciliarias: Algunas organizaciones están desarrollando estrategias más directas para llevar la atención médica a quienes prefieren evitar las clínicas, implementando visitas domiciliarias en las que un médico o enfermera van a los hogares de los pacientes para realizar exámenes y suministrar medicamentos.
    La red de clínicas St. John’s en Los Ángeles, que atiende a cerca de 25.000 pacientes sin documentos, lanzó el Programa Atención Médica Sin Miedo, donde médicos o enfermeras realizan visitas domiciliarias, especialmente a pacientes con condiciones crónicas.
  • Telesalud: Otra alternativa que ha cobrado fuerza es el servicio de telesalud multilingüe a los pacientes que temen encontrarse con funcionarios de inmigración cuando salen de sus hogares. Tal es el caso de L.A. Care, que ofrece atención médica a distancia mediante consultas virtuales, citas telefónicas y videollamadas.
  • No preguntar sobre estatus migratorio: Se ha recomendado al personal de la salud que  siempre que sea posible, evite documentar el estatus migratorio en los historiales médicos. Sin embargo, en estados como Texas y Florida, las leyes exigen que los hospitales pregunten a los pacientes sobre su estatus migratorio, aunque los pacientes no están obligados a responder a la pregunta.