Newcastle, Reino Unido — Una investigación pionera ha concluído que podría existir una relación entre la forma de caminar con algunos de los tipos de demencia. Esto supone un avance importante que podría ayudar a las cuidadoras detectar qué tipo de demencia tiene una persona, para así acompañarla mejor.

Investigadores de la Universidad de Newcastle analizaron el caminar de 110 personas. Algunos participantes no tenían demencia, mientras que otros tenían o la enfermedad de Alzheimer o demencia con cuerpos de Lewy.

En la investigación, vieron que los participantes con Alzheimer no variaron su estilo de caminar. Las personas con demencia con cuerpos de Lewy, por el contrario, lo variaron con frecuencia y con asimetría. A veces caminaron más rápido, más lento, con pasos más amplios, o no. También se cayeron más que las personas con Alzheimer.

Según los autores, ambos tipos de demencia presentaron características únicas en el modo de andar. Gracias a estas observaciones pudieron predecir con uno 60% de precisión qué tipo de demencia tenía el paciente. 

La demencia es un síndrome donde la capacidad cognitiva deteriora, y esto afecta la memoria, comprensión, aprendizaje, juicio, comportamiento y habilidad para hacer actividades diarias. La Organización Mundial de la Salud calcula que hay unas 50 millones de personas con demencia, sobre todo con Alzheimer, que es uno de los tipos.

Los síntomas tempranos en general suelen incluir: falta de memoria y perderse con facilidad. A medida que se desarrolla la demencia, estos síntomas se acentúan, y pueden añadirse otros como problemas con el habla, olvidarse de los nombres de las personas, o cambios en el comportamiento.

Poder detectar el tipo de demencia “es un desarrollo clave,” expresó la directora de la investigación, Dra. Ríona McArdle. “La forma en que caminamos puede reflejar cambios en el pensamiento y la memoria que resaltan problemas en nuestro cerebro, como la demencia,” añadió. “Identificar correctamente qué tipo de demencia tiene alguien es importante para los médicos e investigadores, ya que permite que los pacientes reciban el tratamiento más apropiado para sus necesidades lo antes posible.”

Pero la detección no solo ayuda a que el paciente reciba el tratamiento adecuado, también puede ayudar a las personas cuidadoras. 

Según la OMS, los efectos de la demencia no solo afectan a las personas que lo tienen, sino también a sus cuidadoras. Puede ser abrumador cuidar de una persona con demencia, y la falta de información sobre el síndrome puede tener consecuencias emocionales, físicas, y psicológicas. 

Saber y conocer el tipo de demencia que tiene el paciente puede ayudar a las cuidadoras prepararse ante los síntomas, tener las expectativas claras y cuidarse mejor a ellas mismas.

Si te interesa saber más sobre la demencia como leer algunos consejos sobre el autocuidado, aquí puedes leer una guía en español sobre los síntomas de la enfermedad, cómo afrontar y cuidar de una persona con demencia.