Desde que comenzó la pandemia, escuelas por todo el país han reportado cambios en los comportamientos infantiles, algunos más disruptivos que otros. Y tanto el estrés, la preocupación, y los cambios en los modelos educativos, horarios e interacciones sociales dejan en evidencia el apoyo que necesitan los niños para seguir desarrollándose de manera saludable.
Las niñeras y cuidadoras infantiles cumplen un papel importante en este refuerzo que necesitan, y distintos estudios publicados en noviembre sugieren algunas ideas que pueden servir de inspiración para seguir contribuyendo al bienestar infantil. A continuación compartimos 3 ideas de estos estudios que las niñeras y cuidadoras infantiles pueden poner en práctica en su trabajo.
Conversar mientras ven la televisión o sus pantallas
Más del 98% de los hogares tienen una televisión, y aunque los niños están expuestos a muchos medios digitales como los celulares y las tabletas, el mayor tiempo frente a una pantalla es ante una televisión. Varios estudios han señalado los efectos que puede tener demasiado tiempo frente a la pantalla en el desarrollo infantil como, por ejemplo, menos capacidad lingüística y proceso de palabras. Así que un estudio de la Universidad de Michigan sugiere una estrategia para combatir esas consecuencias: platicar juntos mientras ven la televisión.
A raíz de su estudio, el equipo de investigación se dió cuenta de que los niños con edades preescolares que conversan con sus padres mientras ven la televisión son más curiosos que los niños que ven pantallas en soledad.
“La curiosidad es una base importante para la innovación científica, la alegría de aprender y numerosos resultados positivos en la infancia”, dijo Prachi Shah, autora principal y pediatra del desarrollo y del comportamiento en el Hospital de Niños C.S. Mott de la Universidad de Michigan Health.
“Nuestros hallazgos sugieren la importancia de que los padres encuentren oportunidades para fomentar los intercambios conversacionales en las rutinas diarias con sus hijos pequeños, incluso mientras ven televisión”, añadió.
Ser un modelo a seguir para que gestionen mejor la impaciencia
Esperar y gestionar bien esa espera no es algo que los niños sepan hacer de manera innata. Desde una temprana edad, necesitan ayuda para aprender a esperar y a regular sus emociones de impaciencia, y es aquí donde las niñeras y trabajadoras del cuidado infantil pueden intervenir para ayudarles a hacerlo mejor.
Un equipo de investigación de la Universidad Ruhr Bochum, en Alemania, realizó un estudio para ver cómo ayudar a los niños a emocionalmente regularse mejor mientras esperan. Para ello, realizaron un estudio que consistía en hacer esperar a niños de 2 años durante 3 minutos para poder recibir un regalito. El regalo estaba en la sala de estudio, y la investigadora tenía que salir de la sala y dejar al niño o niña sola con su padre o madre. Mientras esperaban, los padres fueron instruidos en interferir lo menos posible, dejándoles a los niños la posibilidad de interactuar con unos juguetes. Los adultos también fueron instruidos en jugar ellos mismos con los juguetes.
El equipo notó que los niños que observan a una persona adulta jugar mientras tienen que esperar se distraen y son mejores esperando que los niños que no tienen ningún modelo a seguir. La conclusión fue que los niños recurren a copiar o imitar comportamientos como una estrategia para gestionarse mientras esperan. Por lo tanto, una niñera o cuidadora que modele la participación en algún tipo de juego agradable mientras espera en una fila, por ejemplo, puede ayudar a un niño a hacer esto por su propia cuenta en el futuro.
Utilizar el juego para enseñarles a esperar y tomar turnos
La organización Atención Coordinada Comunitaria para Niños (Community Coordinated Care for Children, traducido al inglés) ofrece algunas ideas para enseñar a los niños a esperar y a tomar turnos.
Convertir la espera en un juego
Jugar es una excelente manera de contribuir al desarrollo infantil, y los juegos que requieran esperar pueden ser una manera ideal para enseñar cómo esperar y tomar turnos. Juegos de mesa, cartas, o al aire libre con una pelota, por ejemplo, son actividades que pueden servir para practicar. También pueden practicar el esperar con actividades sencillas como utilizar el columpio, bajar por el tobogán, o sacar arena con una pala.
Utilizar un cronómetro o una canción
Para enseñar a esperar, también puede utilizar un reloj o cantar una canción para que la duración sirva como una guía para que el niño sepa cuándo iniciará su turno. Recuerda que para un niño pequeño esperar es difícil y es posible que se frustre. Si eso ocurre, puede preguntarle algo como, “veo que quieres subirte al columpio. Cantemos una canción y cuando terminemos será tu turno. ¿Quieres cantar la incy wincy araña o estrellita que brillas?”
Normalizar tomar turnos en las actividades
Algo que puedes hacer es acordarte de normalizar tomar turnos mientras hacen actividades juntos. Mientras preparan la comida, mientras ven la televisión, o mientras leen un libro. Puedes proponer leer una página de un libro, por ejemplo, y que él o ella lea la siguiente.
Celebrar cuándo espera y toma su turno por su cuenta
Por último, la organización recomienda reconocer los momentos en los que el niño espera su turno por decisión propia. Un ejemplo es decir algo como “Estás esperando tu turno para subir al columpio. El esperar puede ser difícil. ¡Lo estás logrando! ¡Vengan esos cinco!” o “Me encantó la manera en que Ben y tú tomaron turnos para utilizar tu carrito especial. ¡Apuesto que te sientes realmente orgulloso!”