Nueva York, NY — La semana pasada, el Instituto Paraprofesional de Salud ha publicado un reporte titulado “Es hora de cuidar: un perfil detallado de la fuerza laboral de atención directa de los Estados Unidos” y arroja luz sobre las realidades, necesidades y posibles amenazas al trabajo del cuidado. El reporte sugiere que el sueldo, las políticas migratorias, la estrategia de capacitación y reclutamiento de nuevas trabajadoras son elementos claves que determinarán el futuro de esta profesión.

Según la autora, Kezia Scales, hay alrededor de 4.5 millones de trabajadoras de atención directa en los E.E.U.U. Las trabajadoras o cuidadoras de atención directa pueden ser profesionales que prestan cuidados diarios según las necesidades de los pacientes o clientes, y los cuidados pueden variar desde ayudar a realizar actividades como lavarse, vestirse o comer, a ayudarle a hacer la compra, hacer ejercicios, administrar su medicación, o también ofrecer apoyo profesional a clientes con diversidad intelectual o funcional.

La mayoría (85%) que desempeñan este trabajo son mujeres, y el 18% son hispanas o latinas. 1 de cada 4 trabajadoras de atención directa es inmigrante, y las cifras de hispanas, latinas e inmigrantes en este sector cada vez van aumentando. Cobran alrededor de $12 la hora y unos $20,000 al año, y esto significa que muchas viven debajo del umbral de la pobreza.

Scales añade que las políticas de inmigración, la regla de carga pública, y los sueldos bajos empeoran las condiciones de este sector y suponen una carga para las trabajadoras y para las personas mayores que necesitan cuidado. Para el 2028, la demanda de estas profesionales se traducirá en unos 1.3 millones puestos de trabajos. Sin embargo, otras 6.9 millones de trabajadoras dejarán sus puestos. 

Una de las trabajadoras entrevistadas para el estudio, Culix Wibonele, menciona que a muchas no se les paga lo suficiente, a pesar de la responsabilidad que tienen. “Tienes mucha responsabilidad,” dijo. “Estás dando la medicación. Estás lavando la ropa. Los estás alimentando. Les estás duchando. Te estás asegurando de que no se caigan. También te estás ocupando de sus miembros de la familia y respondiendo a todas sus preguntas sobre sus seres queridos.”

“Este trabajo puede ser estresante,” añadió, “y cuando no estás ganando suficiente dinero para llegar a fin de mes, muchas personas se van a encontrar un mejor sueldo.”

La autora argumenta que este desequilibrio dejará un vacío importante que hará falta llenar para poder cuidar de las personas mayores, y recalca que para llenar ese vacío hace falta visibilizar la importancia de estos trabajos y cuidar de las que cuidan a los demás. 

“Los trabajadores de atención directa son un salvavidas para millones de personas mayores, personas con discapacidades y sus familias, y este informe enfatiza por qué debemos centrar nuestra atención en estos trabajadores y hacer una inversión a gran escala que mejore sus trabajos y eleve su valor en el sistema de salud,” comunicó Jodi M. Sturgeon, presidenta de PHI, en un comunicado de prensa.

El reporte forma parte de una serie de varios reportes que se publicarán a lo largo del año. 

En los demás reportes se examinarán los factores que influyen en la calidad de este trabajo, cuáles son las responsabilidades y posibilidades de la capacitación y también ofrecerá recomendaciones sobre políticas y prácticas para mejorar el trabajo del cuidado. Si quieres leer este primer reporte, puedes hacer clic aquí.