Nueva York, NY — Un estudio publicado hace una semana demostró que hay algo que podría ayudar a disminuir las consecuencias de salud de COVID-19, sobre todo las inmediatas, y ayudar en la recuperación de una persona con COVID-19: el cuidado en el hogar.
Las investigadoras Kathryn Bowles y Margaret McDonald, ambas del Servicio de Enfermeras Visitantes de Nueva York, quisieron estudiar a cientos de pacientes recuperándose en sus casas después de estar hospitalizados por el coronavirus, para así poder averiguar los efectos de recibir cuidados en el hogar.
Las secuelas de COVID-19 pueden afectar el estado general de salud de las personas que lo sobreviven. A largo plazo podrían sentir síntomas como la fatiga, dificultad para respirar, tos, o dolor en las articulaciones.
Bowles y McDonald encontraron una mejoría en los síntomas de la mayoría de los pacientes que recibieron cuidados en el hogar.
La atención domiciliaria ayuda en la recuperación por COVID-19
Para llevar a cabo su estudio, las investigadoras analizaron a 1,409 pacientes con COVID-19 recibiendo atención domiciliaria en la ciudad de Nueva York entre el 1 de abril y el 15 de junio.
La edad media de los pacientes era de 67 años, y la mayoría demostraba tener síntomas graves que impedían llevar a cabo su día a día, como dificultad para respirar o ansiedad. De hecho, el 85% necesitaba ayuda con cuatro o más actividades diarias.
Pero después de un mes de estar recibiendo atención domiciliaria, las investigadoras vieron que las condiciones mejoraron considerablemente. El 94% de los pacientes con COVID-19 que habían estado recibiendo cuidado en el hogar por parte de enfermeras y fisioterapeutas, por ejemplo, se dieron de alta del servicio. Demostraron tener mejoras en su respiración, niveles de ansiedad, y estado de ánimo.
Las cuidadoras del hogar son esenciales para sus pacientes y familias
Según una entrevista con Home Health News, la investigadora Bowles compartió que “esperábamos poder mostrar el valor de la atención médica domiciliaria, llamando la atención sobre el hecho de que la atención médica domiciliaria es un recurso que podría usarse para ayudar a apoyar la recuperación en la comunidad”.
Varios defensores de la dignidad del cuidado en el hogar también vienen pidiendo visibilidad y reconocimiento para este sector.
Robert Espinoza, vicepresidente de la organización organización sin fines de lucro Instituto Paraprofesional de Salud (PHI, siglas en inglés), por ejemplo, publicó en su cuenta de Twitter que “no debería haber sido necesaria una crisis de salud trágica y sin precedentes para arrojar luz sobre las muchas barreras que enfrentan las trabajadoras de cuidados directos”.
Algunas de estas barreras, explicó, incluyen falta de formación, equipo protectivo, y sueldos dignos. Pero las cuidadoras en el hogar son esenciales y, tal como demostró el estudio publicado esta semana, tienen un impacto muy importante sobre la vida y salud del cuidado de sus pacientes, y defensores como la Asociación Nacional de Cuidados en el Hogar y Hospicios (NAHC) cree importante reconocer este impacto. Declaró el mes de noviembre, por ejemplo, como el mes para celebrar y valorar el cuidado en el hogar.
En un comunicado de prensa, la NAHC enfatizó que “este es el momento de reconocer y celebrar a las millones de personas […] que llevan la mejor atención médica del mundo a los hogares de los pacientes más vulnerables de nuestro país. Tienen un impacto duradero en las vidas de los pacientes y las familias a las que sirven.”